sábado, 30 de agosto de 2008

VENTOLERAS PLAYERAS BAJO MI SOMBRILLA, o lo que es lo mismo: entre Sudoku y Sudoku.


1.- Brillos lésbicos:

- “¿Cuándo volverás a lamerme toda?”

- “No llegarás ni a echarme de menos. Si esperas unos segundos barnizaré de nuevo todos los granos de tu piel”.

Dijo la insistente Ola a la insaciable Orilla.

2.- Pon oído:

Sin sol como testigo, se puede escuchar la suave respiración de sueño placentero que emite la arena de la playa, penetrada otro día más por cientos de sombrillas duras, profundas y rígidas.

3.- Negro compás de espera:

La luna presumida se mira en el oscuro espejo del agua nocturna, la brisa adormilada no cesa de animar a olas y orilla en sus húmedos contactos. Mientras, la ahora fría arena continúa su placentero sueño, a la espera de un nuevo día pleno de amantes de colores con miembros monocolor; el blanco.

4.- Como lapas:

Gracias a la forma del cuerpo en negativo, toalla sobre esterilla se aman bajo el sol en un acople perfecto. Zonas a modo de manchas, mojadas y saladas, serán el resultado de tanto amor bajo presión.

5.- Cuestión de gustos:

Sillas, hamacas y tumbonas abrazan por detrás las espaldas confiadas. Si te puedes volver boca abajo, no dejes de abrazarlas tú a ellas también; lo están esperando.

6.- Tres contra uno:

El protector bronceador y el respetable sol compiten con el agua salada por acariciar los cuerpos -semi- desnudos.

7.- Cuestión de moda:

- “El bañador será más elegante, pero gracias a mi exhibicionismo el bikini es sexy”.

Se pavoneaba el moreno ombligo al final de verano.

8.- Con los cuatro sentidos:

La autopsia confirmó a los padres de Jonatan la causa de su muerte por ahogamiento en el mar, pero además les reveló que tenía malformación congénita de ambos caracoles.

(Alusivo a la canción más friki del verano)

9.- Uno escatológico:

- “¡No serás capaz!”. Dijo ella. Justo las palabras clave para envalentonarlo cuando ya no podía aguantar más. Así que hizo un hueco en la arena con el pie y sentado desde la hamaca de playa, apuntó en el centro con su manguera de serie.

- “¡Hace espumita!”. Pudo articular ella entre risas.

- “Sí, lo mismo que tú antes en el agua hacías burbujitas”.

10.- Aprendiendo lenguas en la playa:

- “¿Qué lengua habla ese hombre de la sombrilla de al lado? ¿Catalán, valenciano o mallorquín?”.

- “Muy fácil, es catalán; pero también es tartamudo”.

11.- Mediterráneo:

El acantilado recorta el mar en sereno contacto. No hay olas, no hay espuma, no suena, no huele a mar. Sólo cuando pasa un pequeño barco provoca ligeras ondulaciones que terminan en tímidos besos.

12.- Don de gentes:

- “¿Quién dijo que hace falta tener buena labia para que el gran público te quiera?

Preguntó la repleta playa.

13.- Ojos que no ven:

El alcalde del pueblecito costero no consiguió su reelección en el cargo, después de la desafortunada idea de instalar grandes espejos junto a las duchas de la playa.

Ha decidido, para el verano que viene, instalar por su cuenta kioscos de zumos adelgazantes.

14.- Dura de corazón:

Por más que pasees a lo largo de la arena blanda en la playa, jamás conseguirás dejar huella en ella.

miércoles, 27 de agosto de 2008

uno, dos… uno, dos… unodos probando…

Toc-toc, ¿hay alguien en casa?

Eeooo!!! Ahhh del ciberespacioooo!!!

Nada, que nadie responde.

Anda que yo… pero si antes tendré que publicar algo. ¡Ofú ofú! pues sí que vuelvo yo desconectada de todo esto. Poco a poco intentaré ponerme al día, que acabo de “aterrizar” y todo requiere su tiempo; con rodaje y agujetas incluidas.

Mientras: bien hallada siempre con vosotr@s y besitos a discreción para tod@s.