Esta semana se está celebrando la semana “Moda de Sevilla” en su ya VI edición, que viene a ser como la prima de provincias de la “Cibeles Fashion Week”, y menos mal que no la han llamado “Giralda Fashion Week”, que hubiera sido otro cóctel de vocablos en inglés on the rock; por aquello de la piedra monumental, no por el hielo.
En un par de ocasiones he podido dar una vuelta por allí, y comprobar que después de seis años aún no acaba de despegar este proyecto de pasarela internacional; por descontado que un muy ambicioso proyecto.
Le echaremos la culpa a la ya manida “cosa”, porque ya sabemos que “la cosa está mu mala”.
Pero dejando a un lado el momento que vivimos, donde todo lo superficial se ha convertido en algo más que un lujo banal, con este tipo de muestras me surgen un batallón de preguntas, preguntas como: ¿qué se vende en el mundo de la moda?, ¿a qué aspira un joven diseñador?, ¿a dar rienda suelta a su creatividad y que ésta sea valorada y muy bien vendida?, o por el contrario el fin último es conseguir prestigio no de la obra en sí, sino más bien del nombre mismo, de unas siglas, o de un logo identificativo…
Porque a todo esto hay que añadir que, también esta misma semana, ha surgido la noticia del nuevo vestuario del equipo de fútbol del Real Madrid, con una nueva sastrería de la categoría de Pedro del Hierro.
Y ahora viene la gran pregunta: ¿dónde está Pedro del Hierro?, cuando las últimas noticias hablan de palabras tan poco fashion como: desahucios y albergue municipal para indigentes.
Parece que al final sólo queda de él una “P” y una “H” con una “d” pequeñita en medio.
En un par de ocasiones he podido dar una vuelta por allí, y comprobar que después de seis años aún no acaba de despegar este proyecto de pasarela internacional; por descontado que un muy ambicioso proyecto.
Le echaremos la culpa a la ya manida “cosa”, porque ya sabemos que “la cosa está mu mala”.
Pero dejando a un lado el momento que vivimos, donde todo lo superficial se ha convertido en algo más que un lujo banal, con este tipo de muestras me surgen un batallón de preguntas, preguntas como: ¿qué se vende en el mundo de la moda?, ¿a qué aspira un joven diseñador?, ¿a dar rienda suelta a su creatividad y que ésta sea valorada y muy bien vendida?, o por el contrario el fin último es conseguir prestigio no de la obra en sí, sino más bien del nombre mismo, de unas siglas, o de un logo identificativo…
Porque a todo esto hay que añadir que, también esta misma semana, ha surgido la noticia del nuevo vestuario del equipo de fútbol del Real Madrid, con una nueva sastrería de la categoría de Pedro del Hierro.
Y ahora viene la gran pregunta: ¿dónde está Pedro del Hierro?, cuando las últimas noticias hablan de palabras tan poco fashion como: desahucios y albergue municipal para indigentes.
Parece que al final sólo queda de él una “P” y una “H” con una “d” pequeñita en medio.