miércoles, 30 de septiembre de 2009

La mentira, toda la mentira y nada más que la mentira.


Y no es ningún juramento, ni tampoco voy a hablar una vez más sobre la verdad o la mentira. Esta vez se trata del tema en el que gira la nueva serie policiaca, de gran éxito en la televisión de Estados Unidos: “Lie to me”, “Miénteme”.
El personaje principal de esta serie está tomado de la vida real, el experto psicólogo Paul Ekman, estudioso con multitud de libros publicados sobre el interesante mundo del lenguaje corporal, en su morfología y movimientos.
Porque esto sí que puede parecer mentira, pero todos esos datos aportan hasta un 90% de la comunicación; seamos conscientes o no de ese mensaje. Importante porcentaje que nos perdemos por este medio de internet, pobreza que en alguna ocasión también he mencionado.

Hagamos una sencilla prueba para creer un poco más en todo esto.

Lo primero es saber que el cerebro humano tiene dos hemisferios con distintas funciones: el izquierdo, donde tenemos todos los conocimientos aprendidos; y el derecho donde generamos todos los creativos.


Ahora nos ponemos cara a cara a una persona y le hacemos unas preguntas; según para dónde dirija sus ojos sabremos si nos está mintiendo o no.
Hay seis posibles posiciones: tres a la derecha y tres a la izquierda, con tres niveles.


Vc (Visually constructed) visualiza imágenes inventadas.
Prueba: “Imagina un perro verde”
Vr (Visually remembered) imágenes recordadas visualmente.
Prueba: “¿Cómo era la casa de tu infancia?”
Ac (Auditory constructed) creaciones del oído.
Prueba: “¿Cómo sería el sonido de un árbol al caer?
Ar (Auditory remembered) recordado por el oído.
Prueba: “¿Cómo era antes el sonido para la conexión a Internet?
F (Feeling) sentimientos y kinésia. Emociones ya vividas y recreadas en el momento.
Prueba: ¿Recuerdas tu primer beso?
Ai (Internal Dialog) diálogo interno. La persona se habla a sí mismo, razonando.
Prueba: ¿Recuerdas la cara de un antiguo amigo?

Las frases de prueba pueden variar, pero siempre en la misma línea, y ya sabemos: si los ojos se dirigen hacia la derecha, la persona estará recordando y siendo sincera; y si se dirigen hacia la izquierda, es muy posible que se lo esté inventando, y por tanto mintiendo.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Sinceridad en Crisis (en ambos sentidos).


Un matrimonio, con graves apuros económicos, vio venir desde la ventana de su casa al temido acreedor de sus muchas deudas.

A los pocos segundos ya estaba aporreando la puerta, dándoles sólo tiempo de quedarse muy quietos guardando silencio en un rincón; por supuesto sin ánimo ninguno de contestar.

Pero tenían un niño pequeño que, en su inocencia, se fue muy diligente para la puerta de entrada a preguntar con su media lengua:

- “¿Quén é?
- “Hola niño, ¿están tus padres?

A lo que él respondió sin pensárselo dos veces:

- “Mi Papá etá ekconnío, mi Mamá etá ekconnía…
¡y yo que me voy ekconné!”.


Aunque hiperbreve, no es ningún cuento, ni tan siquiera un chiste.
Este caso verídico de la postguerra española retoma la actualidad.

Porque la historia tiene eso: que suele repetirse.