martes, 29 de enero de 2008

Todo un personaje: Clementina.

Tina para los más allegados y Macarena para el gran público, así se llama este nuevo caso de “Nadie es profeta en su tierra”. Es tarde ya para redimir esta culpa, nada podemos hacer, sólo lamentarnos que haya vuelto a ocurrir.

Tina ha sido una gran luchadora toda su vida, una gran superviviente del azaroso mundo de la farándula. Desde que era casi una niña, cuando cantaba por las casetas de la Feria de Abril en Sevilla casi por la voluntad, pasando por un contrato en La Parrilla del Cristina y algunos más en Barcelona, hasta llegar a Méjico, hay mucha vida recorrida.

Eran años muy duros los de la post-post guerra española, mucho tardamos en despegar de la miseria y la incultura. Así que nacer en una familia humilde, con esas cualidades en las cuerdas vocales y esa belleza impactante, era algo que no se podía desperdiciar.

Tortuosos comienzos, como todos. Siempre acompañada, no por la madre de la artista, sino incumpliendo el tópico esta vez por el padre de la artista. Aunque nada pudo hacer este padre, para impedir que todo un galán sevillano, se enamorara perdidamente de una muchacha como Tina. Este sí que fue un tópico difícil de salvar. En aquella época el “artisteo” no tenía la mejor prensa, y si a eso añadimos una hija fruto de ese amor imposible, pues apaga y vámonos.

Y eso hizo Tina, irse, marcharse, poner tierra de por medio; o mejor agua esta vez. Aceptó unirse a una compañía con la que salvar “el charco” y recalar en Méjico. Allí no le pudo ir mejor, a la ya famosa Macarena. Llegó a tener su propio programa de televisión, entrevistando a multitud de famosos, con los que terminaba el show arrancándolos a cantar algo a dúo.

Después de catorce años volvió a España, sin haber dejado de mandar dinero a su familia y a su única hija en todo ese tiempo. Aunque nada le había faltado a esa niña, de sus abuelos paternos y de su padre; únicamente la larga ausencia su madre, que no es poco.

Aquí nadie conoce a la gran Macarena de México, allí dejó su recuerdo para siempre, y a ella no le deben faltar recuerdos de su larga e interesante vida. Ahora vive tranquila, en paz, con una economía saneada porque supo guardar e invertir; menos mal.

Pero no olvides lo más importante Tina: tu mayor tesoro es todo lo bueno que hayas hecho, aunque sea muy lejos, y olvídate de todo lo malo que hayas sufrido, que para eso es mejor sufrir amnesia.

lunes, 28 de enero de 2008

Carta a Joaquín el cartero.

Querido Joaquín, te escribo desde el más acá, por tu recuerdo que hoy me viene a la memoria.

Si vieras lo que ha cambiado esto de la comunicación epistolar, otro mundo. Se han perdido los fondos y las formas. Ahora todas las cartas son “on line”, que para que tú te enteres, es lo mismo que decir: imposible de tocar y guardar atadas con cintas de colores, o metidas en la lata de carne membrillo. Nada de papel cebolla al escribir largas cartas para que pesara menos, y costara menos el franqueo. Nada de sobres y sellos. Nada de pulidas caligrafías inglesas y besos marcados al final con lápiz de labios.

Ahora Joaquín, que nada nos cuesta una carta de amor de varios folios, sólo escribimos telegráficos e-mails. Los sobres y sellos se han convertido en iconos, un pequeño dibujito alusivo. Lo mismo que en lugar de los besos de antes, ahora tenemos más dibujitos con caritas amarillas; emoticonos que se llaman esas bolitas hepáticas. Y las caligrafías son fuentes, que no de agüita fresca, sino de tipos de letras a elegir. ¡Que hasta se nos está olvidando escribir de puño y letra Joaquín!

Cuando pienso en esa enorme cartera de cuero que cargabas al hombro, a rebosar de cartas, tan enclenque como estabas. Yo no sé ni como podías con ella. Comprensible las paraditas en cada bar que te ibas encontrando. Al final no sé si dejaste de trabajar por terminar ahogado en alcohol, o es que te echaron del trabajo, por culpa de la cantidad de cartas que perdías, con la moña diaria que pillabas.

Pero eso sí, ¡como te esperábamos! ¿Ha pasado ya Joaquín? ¿Cuándo pasará hoy? ¿Se habrá parado en el bar de la esquina? Mala cosa entonces… Aunque, que bien sonaba tu voz cascada, cuando voceabas el nombre de la agraciada con carta.

Ahora Joaquín, la mayoría de los carteros son carteras, pero no de las del dinero, sino mujeres. Las puedes ver venir de lejos, uniformadas de azul y amarillo intenso, empujando un carrito como si fueran a la compra. Sin embargo ya nadie las espera con esa impaciencia, porque estas sólo traen cartas del banco, propaganda y poco más.

Sin embargo, algo bueno hemos ganado con tanto cambio novedoso, y es que las cartas llegan al instante y al menos ya nunca se pierden por los bares del barrio.

Descansa allá donde estés, porque esto ya no tiene vuelta atrás y a ti no te gustaría, seguro.

Un abrazo de Adelita, una de tantas que te esperaban a diario, siempre con la mayor de las ilusiones.

domingo, 27 de enero de 2008

¿De quién...?


¿De quién soy yo,
de mis verdades o de mis mentiras?.
¿De mis realidades o de mis sueños?
¿De mis búsquedas o de mis encuentros?
¿De mis angustias o de mi ira?.

Dejémoslo...

¿De quién es la libertad
de quien la tiene o de quien la desea?
¿De quien es más la tierra,
de quien la hereda o de quien la trabaja?
¿De quién es la flor,
del insecto o del hombre?
¿De quién es el oxígeno,
del ser viviente o del Cosmos?

Dejémoslo....Es lo mismo.

¿De quién es la vida,
del que la da o del que la quita?
¿A quién pertenece la suerte,
a quien no la busca o a quien la desea?
¿Quién es más dueño de la alegría
el que se ríe o el que llora?

Dejémoslo....No me importa.

¿Quién convive con la muerte,
el que vive o el que muere?
¿De quién son las plegarias,
de la divinidad o del orante?
¿De quién son las palabras,
del labio o del oído?

...y la poesía?, ....y el amor?,
..y la mirada?, ...y la risa?
¿De quién.....? ¿De quién es la verdad, si acaso existe?

La verdad... es que sólo pretendía entender el sentido de la belleza
....y poco más.

José Luís González Cáceres.
Presidente de Noches del Baratillo.

Muy agradecida por esta estupenda aportación poética.
Bienvenido siempre José Luís, a esta tu casa.

miércoles, 23 de enero de 2008

"Desnudo"

Hace bastantes años que dibujé estos zapatos, cuando empecé con el dibujo artístico a carbón. Lo más sorprendente de él, durante todo el tiempo que estuvo colgado en casa, fue el comentario generalizado que hacían las visitas al verlo, “¡Qué dibujo más erótico!”. Al final lo acabé titulando: “Desnudo”.

Entonces, ¿dónde está lo erótico? Por esto y por más, siempre me ha parecido interesante la cuestión. Erotismo y libido están en directa relación, es puro: estímulo-respuesta. A un estímulo erótico, respondemos con una reacción libidinosa. También está relacionado con el amor y el sexo, pero no con el acto sexual en sí. El erotismo es explícito, se queda justo antes, son las primeras teclas que se tocan para que la sinfonía cerebral comience; lejos de lo pornográfico, que es implícito. Aunque al final quedan unidos por una fina línea que los divide, donde el atractivo está en no traspasarla.

El próximo viernes, "La Institución Literaria Noches del Baratillo", me ha invitado a una “Cena poética dedicada a Eros, dios griego del Amor carnal”. Donde a parte de un menú de lo más sensual, se leerán poemas sugerentes, y habrá una exposición de fotografías eróticas de la Segunda República Española. Prometo volver por aquí con el tema, después de tan excelente documentación.

Todo un personaje: Antonio.

Antonio no parecía de aquí, alto, robusto, rubio de ojos azules. Había nacido en esa zona de Andalucía estrechamente ligada a Alemania, desde el reinado de Carlos V; quizás de ahí sus rasgos. Chocaba en fuerte contraste con su mujer Isabel, mujer menuda de ojos pequeños y negros, como dos aceitunas sevillanas.

La familia de Antonio eran los panaderos del pueblo, quizás a eso se debían también esos cuerpos tan fornidos, no sólo de él, sino los de sus siete hermanos. En una época en la que todo escaseaba, en esa casa al menos siempre hubo un buen trozo de pan recién salido del horno. No llegó a instruirse, a aprender oficio alguno, ni tan siquiera el de sus padres y abuelos, como era hacer el pan del pueblo. Él tenía cualidades que sabía explotar y así lo hizo. Con esa impresionante “fachada” y esa forma suya de hablar y convencer a los demás, no podía quedarse toda la vida en la boca del horno de un pueblo perdido de Dios.

Así que Antonio se dedicó toda su vida a lo que siempre se ha llamado: “a los tratos”. Comprar aquí, vender allá… comprar gallos de pelea aquí y venderlos en Venezuela…, comprar caballos aquí y venderlos en Barcelona…Una vida larga e interesante que le hizo viajar mucho, tener muchos hijos, y sobre todo no trabajar nunca con sus manos impolutas, siempre con la vestimenta de todo un marqués.

Isabel siempre lo siguió fielmente, como mandaban las sagradas escrituras. Siempre callada, sumisa, disculpándole toda su arrogancia, soportando cambiar demasiadas veces de casa, de ciudad, de país, dejando hijos regados por el camino, aquí y allá. Siempre sin rechistar detrás de él, como una sombra que no correspondía a una figura tan enorme, siendo una mujer tan pequeña.

Pero la aparente fragilidad suele ser la más flexible y fuerte, de tal modo que Isabel sobrevivió a Antonio quince años. A el se lo llevo una larga y dura enfermedad, en cambio a ella se la llevaron los años; apagándose como una vela cerca de los cien años.

Antonio luchó hasta el último hilo de vida, un hombre tan fuerte no podía irse de otra forma. La noche que le tocó morir, se levantó antes de la cama del hospital, y caminando desnudo pasillo delante les gritaba a todos: “¡Esto va a ser un muerto en pié!”. Fueron sus últimas palabras y sus últimos pasos. Los siguientes los hizo con los pies por delante y el traje de palo, hacia el cementerio de su pueblo natal.

Años más tarde, trasladaron ese cementerio a las afueras del pueblo; el progreso. Así que los familiares se dispusieron, con un pequeño osario, a llevar los restos al nuevo emplazamiento. Al abrir el nicho de Antonio, la sorpresa no pudo ser mayor. Antonio se encontraba tal cual lo enterraron el día de su muerte; incorrupto. Después de tanto rodar y rodar por medio mundo, aún le quedaba un último viaje, esta vez en la vaca de un coche envuelto en unas improvisadas mantas.

Así es la vida, hay quien la vive fuera de todo pronóstico, lejos de toda rutina, pero acabamos todos donde mismo. Aunque se puede ser original hasta después de muerto.

martes, 22 de enero de 2008

Contra el Alzheimer.

Os propongo un buen ejercicio mental.

Si consigues leer las primeras palabras, el cerebro descifrará todo el texto. Además es un texto con mensaje y mucha sabiduría.
¡Inténtalo!

C13R7O D14 D3 V3R4NO 3574B4 3N L4 PL4Y4 O853RV4NDO DO5 CH1C45 8R1NC4NDO 3N 14 4R3N4, 357484N 7R484J4NDO MUCHO CON57RUY3NDO UN C4571LLO D3 4R3N4 CON 7ORR35, P454D1ZO5, OCUL7O5 Y PU3N735.

CU4NDO 357484N 4C484NDO V1NO UN4 OL4 9U3 D357RUYO 7ODO R3DUC13NDO 3L C4571LLO 4 UN MON7ON D3 4R3N4 Y 35PUM4.

P3N53 9U3 D35PU35 DE 74N7O 35FU3RZO L45 CH1C45 COM3NZ4R14N 4 L1OR4R, P3RO 3N V3Z D3 350, CORR13RON POR L4 P14Y4 R13NDO Y JU64NDO Y COM3NZ4RON 4 CON57RU1R O7RO C4571LLO.

COMPR3ND1 9U3 H4814 4PRE3ND1DO UN4 6R4N L3CC1ON; 64574MO5 MUCHO 713MPO D3 NU357R4 V1D4 CON57RUY3NDO 4L6UN4 CO54 P3RO CU4NDO M45 74RD3 UN4 OL4 L1364 4 D357RU1R 7ODO, SO1O P3RM4N3C3 L4 4M1574D, 3L 4MOR Y 3L C4R1ÑO, Y L45 M4NO5 D3 49U3LLO5 9U3 5ON C4P4C35 D3 H43RNO5 5ONRR31R.

S4LUDO5 Y 835O5


El blog para aprender ingles.

¿Quieres dominar el idioma de los británicos de una vez por todas? ¿Te gustaría conseguirlo "on line" y de forma gratuita?
Pues en ese caso, no puedo dejar pasar ni un día más sin daros esta recomendación. Se trata de un blog para aprender inglés (como su nombre indica), para repasarlo, para aclarar dudas, o simplemente para leer curiosidades sobre el idioma.
Su autora, Mónica, es una gran profesional, que se esfuerza día a día por ayudar a todo el mundo, del modo más altruista. Tanto si le dejas un comentario, como si le escribes al correo con alguna duda o sugerencia, ella tardará lo mínimo en contestar, siempre con amabilidad y simpatía.

Aquí tienes su dirección:
http://elblogdelingles.blogspot.com/
O bien pincha en el enlace del margen derecho.

lunes, 21 de enero de 2008

Caminante no hay camino...

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,

pasar haciendo caminos,

caminos sobre el mar.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;

caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.


Al andar se hace camino

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

No lo pudo decir mejor Antonio. Miras atrás y ves el camino que ya has recorrido, a veces llano y sencillo, a veces tortuoso y complicado, pero es tu camino; tus huellas y nada más. ¿Y si miras al frente, hacia delante, hacia el horizonte lejano? No, no hay camino aún. Sólo líneas trazadas desde todos los ángulos, que se unen en un mismo infinito.

Esas líneas negras pueden dar miedo. Parecen una gran jaula cónica que nos encerrará cada vez más y más, a medida que avancemos. Pero no nos queda otra, habrá que ir salvando las dificultades que vayan surgiendo. Mucho cuidado donde ponemos los pies, para no quedarnos atrapados entre esos barrotes imaginarios. A la vez que debemos agarrarnos fuerte, con las manos a los barrotes de arriba, para no caer.

Sigo camino, no hay por qué temer nada. El camino irá surgiendo bajo mis pies a cada paso. Además, ese punto del horizonte al que me dirijo, no puede llamarse de mejor forma para animarme a ir siempre hacia delante; punto de fuga.

jueves, 17 de enero de 2008

Aros mágicos.


Hace semanas que no dejo de pensar en lo volubles que pueden llegar a ser las relaciones humanas. Pero lo curioso ha sido la imagen que reiteradamente aparecía en mi mente. No he visto nombres, ni caras, ni caras ligadas a esos nombres, ni tan siquiera situaciones vividas o no. La imagen que he visionado una y otra vez ha sido la de un mago haciendo el truco de los aros metálicos chinos. Era como si tratara de demostrarme a través de sus elegantes gestos, el por qué suceden cosas inexplicables.

Primero me enseñaba sus manos abiertas, blancas, finas sin curtir. A continuación, se subía las mangas de su impecable chaqueta, para después abrirla por delante, mostrando su forro limpio, como el que nada esconde.

- “¿Confías en mí? No hay trampa, no hay cartón. Sólo carne, tela, y unos cuantos aros con los que te haré soñar que todo es posible.” Me decía sin perder su sonrisa estelar.

- “No tengo por qué desconfiar, además esos aros me parecen tan perfectos, tan brillantes, que hipnotizan mi mirada sin querer”. Así que me entrego al espectáculo sin temor, como una niña ingenua a la que van a sorprender con algo maravilloso.

Él me muestra los aros cromados uno a uno, están sueltos, son libres, independientes unos de otros. Los acaricia con parsimonia pasando sus dedos por el contorno suave, donde no hay tropiezo de grieta alguna. Cuando de pronto, en respuesta a un choque seco entre dos de ellos, estos quedan enlazados. A continuación, hace lo mismo con un tercero, con un cuarto… así hasta unirlos todos en una escalera de originales peldaños redondos.

Los mueve y suenan, hacen ruidos chispeantes pero no es metálico. ¿Ríen?, ¿lloran?, tal vez intentan decirme algo y no los consigo entender. Creo que gritan lo poco que va a durar esa unión, que parece tan férrea. Entonces el mago los acerca a sus labios, y con un suave soplido de su boca, estos se vuelven a separar con lentitud, uno a uno. Sin dolor aparente, de forma casi sibilina; leve aire que lo deshace todo. Ha conseguido sorprenderme, porque no lo esperaba, pero no es placentero en absoluto. Esa bonita escalera rota para siempre, me rompe por dentro.

- “Otro día intentaré no confiar tan alegremente en ti, mago caprichoso”.

¡¿Qué hay de nuevo viejo?!

Después de unas largas vacaciones forzosas, más por adversidades que por placer, vuelvo con ilusiones renovadas en que esto sea un espacio de evasión, sin mayores complicaciones.
Antes de nada, quisiera informar de algunos cambios en las llamadas Etiquetas del margen derecho.

Primero:

He suprimido la etiqueta Novela por entregas, entre otras cosas, por convencimiento que este no era espacio para una empresa como esa. El modo en que se van subiendo textos en un blog, hace que los distintos capítulos se fueran amontonando justo al revés, dificultando así su lectura. Además, el ir publicando cosas de otro tipo, que inevitablemente se iban intercalando, rompía el hilo conductor de la historia. Seguiré con ella, pero en privado, con vistas a otro tipo de publicación.

Segundo:

Aparecerán dos etiquetas nuevas. Una la llamaré Todo un personaje y serán vidas de personas reales, conocidas por mi o que me han hablado de ellas. Aunque iré narrando sus historias ligeramente noveladas, bajo una fina capa de maquillaje para hacerlas más atractivas. Pienso que en este mundo tan lleno de “gente gris”, conocer esa minoría de personas llenas de colorido, puede ser algo digno de recordar y contar.
Y la otra etiqueta nueva será Poesía. Confieso que no soy poeta, pero sí enamorada de ella. Así que subiré poesías ajenas que me pellizquen por dentro, para pellizcaros un poco también. El caso es compartir, aunque sean “pellizcos”.

Y tercero:

Me gustaría aclarar dos etiquetas que seguiré con ellas, pero que han dado lugar a malas interpretaciones. Pensé en su día que eran evidentes, pero la experiencia me ha dicho que no es así. Se trata de las etiquetas llamadas Textos y Opinión. Paso a definirlas.
Textos: en principio son narraciones puramente imaginativas, y aunque a veces es involuntario e inevitable dejar trenzar algún dato o suceso autobiográfico, el autor no llega a ser plenamente consciente de ello en el fragor de la escritura, libre y apasionada. Por tanto, queda excusado de cualquier fea intención que se le quiera atribuir ligada a la realidad. Además, todo aquel que me conoce sabe que si tengo algo que decir, siempre voy de frente, sin esconderme detrás de ningún texto.
Opinión: son como su nombre indica, opiniones personales del autor. Ahí sí es el autor plenamente consciente de todo lo que escribe, manifestando su forma particular de ver las cosas. De tal modo que en este apartado es responsable de todas y cada una de las palabras volcadas, dando cumplida cuenta de ellas si llegara el caso.

Nada más, sólo desear esta vez una larga travesía con vuestra compañía, sin interrupciones tan largas y yermas. Y ahora vamos a divertirnos, ¡Esto es too, esto es tooo, esto es todo amigos!

No hay nada como la música para un buen comienzo, dedicada a tod@s mis amig@s de verdad:

miércoles, 16 de enero de 2008

Nada es lo mismo.

La lágrima fue dicha...

Olvidemos
el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando a las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa
de su entidad de ayer
y que define
el transcurso del tiempo y su eficacia.

¿A qué llorar por el caído
fruto,
por el fracaso
de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?

No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas,
silencio y sonreíd:

Nada es lo mismo.
Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.

Ángel González.