Caperucita Rosa era, si te digo, más ingenua aún que la Roja.
Debía contribuir a tamaña candidez el color de las gafas que usaba, a juego con la caperuza; ella siempre tan conjuntadita.
Caro le costó, porque no tropezó con un lobo, sino con toda la fauna de lobeznos del bosque, juntos y por turno.
Alguno con los ojos muy grandes, para hipnotizarla y engañarla mejor.
Algún otro con las manos muy grandes, para aferrarla en contra de su voluntad.
Otros con las orejas muy grandes, sin ninguna utilidad porque nunca la escucharon.
Y más de dos con las bocas muy grandes, para embaucarla mejor a base de empalagosas parrafadas.
Ella a cambio les extrajo los colmillos a todos ellos; que por algo su mamá la obligó a hacerse dentista.
Debía contribuir a tamaña candidez el color de las gafas que usaba, a juego con la caperuza; ella siempre tan conjuntadita.
Caro le costó, porque no tropezó con un lobo, sino con toda la fauna de lobeznos del bosque, juntos y por turno.
Alguno con los ojos muy grandes, para hipnotizarla y engañarla mejor.
Algún otro con las manos muy grandes, para aferrarla en contra de su voluntad.
Otros con las orejas muy grandes, sin ninguna utilidad porque nunca la escucharon.
Y más de dos con las bocas muy grandes, para embaucarla mejor a base de empalagosas parrafadas.
Ella a cambio les extrajo los colmillos a todos ellos; que por algo su mamá la obligó a hacerse dentista.
5 comentarios:
Jajaja, menuda caperucita, de armas tomar, es que le pasó como a Jeanette: "la vida la hizo así"
Besos
Juan, su papá también la aleccionaba cada noche, leyéndole antes de dormirse el cuento de La Roja :-D
jaja... Empiezo a ver cierta influencia "ALiena" en muchos de nosotros... Habla con Mattel, a ver si, ahora que están de celebración, se animan a fabricar la Barbie Caperucita (rosa, como no podía ser de otra manera) (!)
Perplejo, ya se sabe que “de lo que se come se cría”, y yo últimamente he consumido a diario de ese Alimento ;-)
Jajaja. :-D
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