viernes, 25 de abril de 2008

Carta de desamor.

Querido Luis: hace una semana me decidí a abrir la caja de recuerdos de nuestra relación y los papeles que sólo estaban impresos por una cara, empecé a usarlos como papel reciclado.
Hice dos montones. Uno lo dejé en la cesta de mimbre del salón donde antes dormían apiladas las revistas viejas. El otro me lo llevé a la oficina y lo coloqué en una bandeja encima de la cajonera.

_ Sobre el programa del Réquiem de Verdi que vimos en Praga, tomé algunas notas en la reunión de los lunes.
_ En la servilleta del Bar Malasaña donde nos enrollamos, hice unos dibujos tontos mientras hablaba por teléfono con un proveedor.
_ Sobre la factura de la casita del Cabo de Gata a la que fuimos en Semana Santa, apunté la lista de la compra.
_ Detrás de la foto de Carnavales, en la que íbamos disfrazados de Adán y Eva, escribí "Miércoles 15, dentista a las 16:30".
_ Sobre el e-mail que me mandaste para darme ánimos cuando murió mi perra, apunté una receta de merluza con salsa de pimientos que vi en un programa de la tele.
_ En el reverso de la entrada del concierto de Madonna, le dejé escrito a la asistenta que, por favor, comprara ella los productos de limpieza.
_ Detrás del post-it que me dejaste en la puerta del frigorífico con un corazón atravesado por una flecha, tomé nota de los números ganadores de Euromillones.
_ Sobre la carta en la que me decías que no podías vivir sin mí, apunté el teléfono de un chico que conocí en la fiesta de cumpleaños de María.

La montaña de papeles de la oficina se acabó rápido. La de casa va por el mismo camino. No sabes lo bien que me siento después de haber contribuido a la preservación del medio ambiente.

Un beso. Cristina.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejeje...

Muy ingenioso y divertido.

Es curioso como guardamos algunos papeles, entradas, programas de mano o incluso fotografías como prueba de que momentos preciosos de nuestras vidas sucedieron de verdad. Como si nuestra memoria no fuese suficiente...

Unknown dijo...

ES cierto, en la película Blade Runner, los replicantes guardaban fotos como apoyo a sus recuerdos. Parece que necesitamos vivir con nuestro pasado, para hacernos sentir alguien, que hemos tenido UNA VIDA. Por eso precisamente, cuando decidimos desprendernos de todo eso, no es como quien tira un pañuelo de papel, sino que se convierte en una especie de rito, o sacrificio, en un fuego grandioso, para renacer luego como el famoso ave.

El Ratón Tintero. dijo...

Desde muy jovencita tuve la costumbre de guardar en una caja todo tipo de objetos: cajas de cerillas de bares, posavasos de cartón y papel, tarjetas de felicitación, correspondencia, fotos… Todas y cada una de aquellas cosas me recordaban a alguien, algo, un lugar, un momento…
¿Para qué ese coleccionismo tan variado y fetichista? Pensaba que al llegar a viejecita aquella caja repleta de cosas podría hacerme pasar buenos ratos recordando tiempos ya lejanos.
Pero en una larga ausencia de casa, mi madre -mujer práctica donde las haya-, topó con ella y viendo sólo un cajón lleno de papelotes, lo tiró enterito a la basura.
Cuando me enteré, me enfadé muchísimo, pero luego con el paso de los años he llegado a la conclusión que los mejores recuerdos son los que guardamos en la memoria, la más práctica y selectiva de todas; incluida mi querida mamá.

Anónimo dijo...

ya sabes que yo soy una "loca" del reciclado,pero aun no he llegado a ese punto.
¡¡todo se andara¡¡(espero)

Anónimo dijo...

Yo tb le doy cuerda al corazón.

Pero, a veces pienso, que:

"A la mierda!!", "vayase usted a la mierda!!" y vamos a dejarnos ya de contemplaciones.

Pido perdón si a alguien ofenden estas palabras, pero esta no es mi mejor noche.

Creo q debería hacer lo mismo q tú, sobre ese "no puedo vivir sin tí" apuntar la guía telefónica de SOLO TIOS, jejeje.

He disfrutado un montón leyéndote.

Kisses

Jabuga dijo...

A mi lo que me ha llegado al corazón ha sido la receta de merluza en salsa de pimientos :)
No sabía yo qué hacer con "aquellas pequeñas cosas" que me espinan la vida...pero me has dado una buena idea.

Jabusss

Virginia R. Santos dijo...

¡MARAVILLOSO!