viernes, 22 de mayo de 2009

En el país de nunca jamás.

Érase una vez un país donde nunca pasaba nada. No es que nunca ocurrieran acontecimientos, sino que sucediera lo que sucediera la reacción siempre era la misma: “y… ¡no pasa nada!”.

Que te haces asquerosamente rico a costa de las arcas municipales, y aunque se descubriera el pastel e hicieras una visita turística al cortijo de las rejas; al final: ¡no pasa nada!

Que haces tres cuartas partes de lo mismo, pero esta vez en una entidad bancaria, con la variante de diecinueve años buscando a Curro por el caribe; al final: ¡no pasa nada!

Que lo que te gusta es más bien enriquecer tu instinto sádico, convirtiéndote en el descabellado Sherif con placa de tu pueblo; al final: ¡no pasa nada!

Todo esto sin sangre de por medio, que si añadimos los fluidos, la indignante pringue tendría que ser mayor; y sin embargo, al final: ¡nunca pasa nada!

8 comentarios:

El Ratón Tintero. dijo...

Se pueden añadir más despellejos hirientes -la lista es larga-, y con los que seguro que al final: ¡no pasa nada!

Clip dijo...

En ese país del que hablas, sus ciudadanos estaban hipnotizados por su presidente y sus palabras huecas, aquel hombre destruía implacablemente la educación, introduciendo lenguas que nadie entendía y simultaneamnete contaba cuentos escabrosos acerca de rivales políticos que se comían a los ciudadanos, este apóstol contantemente repetía que nos salvaría de todos los peligros, al modo de Orwell en '1984' eliminando palabras, 'crisis', 'nación', 'paro'......

Besos !!

Juan Duque Oliva dijo...

No creo que ella estuviera hablando del presidente, pero afortunadamente está este, no me quiero ni acordar del que había antes ni del que podría estar.

Unknown dijo...

Eh!!!!
ME lo sé!
Que si, que se cual es ese país!
Hay premio? por que si hay premio me lo callo, porque no creo que nadie mas sepa que país es y si lo digo me quedo sin premio, y con esta crisis galopante que tenemos y con la pandemia de la gripe porcina que se va a fusionar con la aviar y con la del delfín que hay en la ría del Nervión, en Bilbao,... en fin, que me vendría bien el dinerillo, así que por si acaso no digo que país es. Pero que conste que me lo se.

El Ratón Tintero. dijo...

Clip, no le echaría yo todas las culpas a la cabeza visible, esa que siempre tiene el cuello listo para cortar; por esta vez le vamos a perdonar la vida.
Lo que me enerva de este país del cuento es la moral y la ética “blandiblú” de toda la ciudadanía en general. Parece que no hayamos evolucionado desde los pícaros de Cervantes, y ya ha llovido… ya.

Juan, supongo que como yo y como una inmensa mayoría, tú eres también de los de "El Cambio" del ’82, y me alegra que aún no hayas perdido aquella ilusión.
Pero yo me desencanté hace mucho, y he asumido que no era socialista, sino Felipista; lo mismo que no soy monárquica, sino Juancarlista. Y por supuesto jamás sería Zapaterista, más que nada porque las babuchas las dejo para estar por casa y nunca salgo con ellas a la calle.

Retjecito, con lo listo que es mi niño seguro que sabes de qué país hablo. También lo has tenido muy fácil, con lo mucho que se parece a ese que describes, hasta las cejas de crisis y bichitos de la fauna más variada: cerdos, aves, delfines… :-P

Olivier Franconetti Benamor dijo...

Vale!!!...e para ti...

"la Lola se va alos puertos"...!?...

Buenos dias con Poesía dijo...

En realidad tanto los políticos del PP como los del PSOE buscan la confrontación y el alejamiento para ir haciendo dos partidos opuestos que puedan alternar en el poder vendiendose a los catalanes y vascos para poder gobernar a cambio de prebendas.

Y nos quieren cansados y crispados para poder hacer sus guarrerías en el poder porque no pasa nada. Así no nos metemos demasiado en los problemas reales. ¿Cómo va a pasar si no hay división de poderes? ¿Cómo vamos a cambiar ésto con la ley del regimen electoral que tenemos que beneficia el bipartidismo? Cada día peor.

El Ratón Tintero. dijo...

José Luís, ¿sabes una idea que siempre me ronda la cabeza? Yo cogería el Congreso de los Diputados -y por extensión todos los demás gobiernos de España- y los dividiría justo a la mitad.
Para que te representen tan mal, con que lo hagan media docena siempre será más económico que la docena entera; como los huevos.