domingo, 11 de mayo de 2008

Sinceridad o Franqueza.

La boca de la verdad

Así de entrada parece que estoy diciendo lo mismo, pero lo único en común que tienen es el hecho de: decir la verdad.
¿Que no es poco? Pues precisamente porque no es poco, sino por el contrario muy extenso y complejo, la verdad necesita sus matices y estas dos palabras nos ofrecen posibilidades muy distintas.

La sinceridad es siempre relativa, al decirla la podemos maquillar un poco, no decir del todo, e incluso callar para no mentir es una forma de sinceridad. Hay un instinto de auto protección del que es sincero, no quiere herir al de enfrente, pero tampoco quiere verse salpicado por nada.
La sinceridad completa no existe, es más, no es en absoluto recomendable, simplemente porque no estamos preparados para ella; ni el que la recibe, ni el que la suelta (los cinéfilos, recordad la película de Jim Carrey “Mentiroso compulsivo”).

Por otro lado tenemos a la franqueza, valiente, sincera donde las haya, incluso el diccionario hace referencia hablando de ella a una palabra tan bella como es: libertad.
La franqueza va a “tumba abierta” a “pecho descubierto”, puede herir sin piedad aún saliendo medio muerta de su propia embestida. Cuando somos francos no existe el interés propio, es decir la verdad en su máxima expresión, caiga quien caiga empezando por nosotros mismos.

¿Cuándo ser sinceros y cuándo ser francos? el momento y las circunstancias nos lo irá dictando, según el grado de implicación y el interés que tengamos. Pero la verdad es bueno decirla, siempre. Además, se duerme más y mejor.

2 comentarios:

Buenos dias con Poesía dijo...

Estoy de acuerdo contigo en que a la verdad hay que tenerle mucho respeto. Imagina cómo será de delicada que Jesús, tenía que ir contando cuentos y parábolas a sus discípulos, en vez de la verdad, que como decía Machado, es tu verdad, la otra ven conmigo a buscarla.

Anónimo dijo...

¿Y qué me dices sobre lo opuesto? o sea la mentira.
¿Existen más de un tipo de mentiras?
Yo creo que sí:"la blanca" y la mentira a secas,la mala.
Una vez le reproché a un médico (cuando estaba pariendo )que me dijera una mentira blanca cuando me dijo la verdad, que todavía quedaba para el alumbramiento...!esas cosas no se le dicen a una primeriza!
Saludos Ratón Tintero.